Tengo que amordazar el
silencio
para que su grito sordo
no te llegue.
Tengo que alegrar la
tristeza
para que su infeliz dolor
no te circunde.
Tengo que alumbrar la
noche
para que la luz de sus
tinieblas
no te deslumbre.
Tengo y tengo reina mía,
que vivir muriendo
para abortar la muerte
en un parto de vida.Autor; Diógenes Armando Pino Ávila
No hay comentarios:
Publicar un comentario