Ángel trashumante
de maltrechas alas
de imaginación
volátil y accidentado vuelo,
que visita mundos
mágicos distantes
de continentes
inexplorados.
Ángel de mochila
al hombro,
Viajero
incansable de rutas sin retornos
Pasajero del
destino,
argonauta de nave
sin brújulas ni estrellas
que en el camino
de la noche
tiró por la borda
la rosa de los vientos
y en una tarde de
locura rasgó el velamen
y estranguló los
vientos.
Poeta nimbado de
cítara sorda,
De lira rebelde y
musa violada,
Que en la
ebriedad de un poema
Quiso bajar la
luna para coitar con ella
Sin darse cuenta
que el sol celoso podía fulminarlo.
Poeta de sueños
posibles
Y de perpetuo
insomnio
Que sueña
despiertos mundos mejores
Donde los niños
sean niños sin hambre ni frio
Donde se pueda
mirar una rosa, un pájaro,
Un árbol, una
ola, donde se escuche el viento,
Donde se diga te
amo, sin pagar por decirlo
Y que de
respuesta haya un amor sincero
Que no cobra
peaje por el abrazo o el sexo.