Estos poemas de la serie
Trivialidad de lo trascendente, los escribí con el único propósito de reírme de
la vida, de burlarme de la rutina, de hacer una catarsis obligada para aliviar
la carga de ese tedio aplastante que a veces trata de aniquilar mi paz.
La poesía es un algo trascendente
Que en su seno encierra el arte y la pasión,
Es la vía expedita y conducente,
Que permite al hombre
La poesía es luz,
Es fuego incandescente
Que se aviva dentro del corazón,
Es la lumbre siempre presente
Que ilumina el sendero del amor.
La poesía es mazmorra y cruel cadalso
Que aprisiona al hombre
Que sufre por amor,
Es tortura, es hiel y trago amargo
Que enloquece y mata de dolor.
La poesía es oropel y fantasía
Con que agrada el hombre a la mujer,
La poesía es cantata y alegría
Con que expresa el vate su armonía,
Es sin duda la exaltación del ser.
La poesía es acción, es emoción,
La poesía refleja la vida
Con diafanidad y vivo color
Por eso pienso debe ser concebida
Con mucho arte y con fino humor.
Como ejercicio meramente intelectual
Para lograr conexión entre neuronas
Con las palabras me he puesto a jugar
Escribiendo versos en serio y en broma
Me he tomado la rima consonante
Y la acomodo usando sinalefa,
Hay diptongos que destruyo en un instante
Soy vate libertino y algo sinvergüenza
Con pausa y ritmo, y golpe de gramática
Cometiendo errores de origen diverso
Quise olvidar la métrica enigmática
Y expresar con humor cáustico y perverso
Mi visión absurda, burlesca y pragmática
Que del mundo tengo, aquí en estos sonetos
Autor; Diógenes Armando Pino Ávila
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